miércoles, 2 de agosto de 2017

el temporal


Veo a la gente
A ellos, en masa,  humanos
Caminando tranquilamente
Bajo el sol del verano
O quizá un ápice más inquietos
Bajo una lluvia fina que apenas los moja
Ni siquiera los acongoja
Es demasiado floja
Y en un intento desesperado
Por sacarlos de su estado
Embriagado
Entra en una rabia furiosa
Se enfada, se enardece,  se sulfura
Sale de su aparente dulzura
De su entrañable ternura
De sus caricias mojadas
De sus besos húmedos
De sus miradas susurradas
De sus sutiles murmullos
Se da cuenta de que así no puede
Que no lo consigue con arrullos
Que debe utilizar otras armas
Para poder liberar los karmas
Así nacen rayos, truenos y centellas
Que atormentan a caballeros y doncellas
Nadie se libra de ellas
El cielo se ilumina
Y todo culmina
Con un ruido tormentoso
Monstruoso, tembloroso, espantoso,
Doloroso, estruendoso, majestuoso
Y los humanos, pretenciosos,
Que jugaban a ser diosos,
Ya no eran tan valerosos
Ya no iban tan tranquilos
Sin hacer caso de nada
Les tocó la magia de un hada
Salieron de su ensimismamiento
De su lamento
De su cuento
Para vivir la vida consciente
Sin seguir la corriente
De toda la gente
Y cada uno, seguir los latidos
Los pitidos
Los gemidos
De su alma angustiada
Porque no sabe nada
Nada de nada
Si no hace otra cosa
Que seguir a la gente
Bajo el sol del verano
O la lluvia tras el ventanal
Hasta que llega el temporal
Y arrasa con todo
Y entonces, solo entonces
Te desgonces
Tras el grito de los truenos
Y el flash de los rayos
Y los cantaros de agua
Y las centellas
Chispas, listas, bellas
Que provocan estalllidos
Ruidos convertidos en sonidos
Música para los sentidos
Son los rastros del temporal
Que transforma lo banal
En transcendental

poesia


No sé si te encontré o me encontraste tú a mí
No importa, estás aquí
No puedo decir que mi vida haya estado repleta de ti
Pero no importa, estás aquí
No pretendo abarcar lo inabarcable
Así te veo, interminable, inagotable
No importa, es inevitable
Verte así, inexorable
Dicen que lo eres todo
Y ahora lo creo así
Después de aquel día y el modo
En que me hiciste sentir
Me erizaste los pelos
Y subirme a los cielos
Tras la magia de las palabras
Que salían por tu boca
Revolviendo mis entrañas
Hasta volverme loca
Pero fue una locura maravillosa
Misteriosa, hermosa, primorosa
Te había leído un poco, de adolescente
Incluso habías brotado de mi, efervescente
En esos años de hormonas revueltas
En las que se dan tantas vueltas
A los sentimientos y emociones
Descubrimientos que escribimos en renglones
Diarios, poemas, relatos, cuentos, canciones
En los que reflejamos nuestras pasiones
Pero volvamos a ese día cercano
En el que hasta me tembló la mano
Después de tanto tiempo custodiada
Como una princesa encantada
En lo alto de un castillo
Repitiendo el estribillo
Hasta que vino el dragón valiente
Y despertó la simiente
Eran versos extraños, desconocidos
Pero hacían unos ruidos
Las palabras y los sonidos
Formaban un gran tejido
Que me envolvió entera
Y me hizo sentir ligera
Y desde entonces no soy la misma
Llevo unas gafas con prisma
Que me hacen ver la vida
Como una perfecta desconocida
Las cosas ya no son como eran
Las veo de otra manera
No es darle vueltas a nada
Es convertirme en una maga
Transformarlo todo, darle la vuelta
Crear una escultura esbelta
Perfecta, selecta, dilecta
Formada por palabras y letras
Que rimen o no, no importa
Nuevas prácticas poéticas
Que recorren toda la aorta
Desde el corazón
En cualquier dirección
La pretensión es cambiar el mundo
Llegar a lo más profundo
Y con ese objetivo la escribo
La poesía
Que me desnuda el alma
Me da calma
Y me inspira la vida

LA LINEA DEL TIEMPO


Erase una vez una línea
Que empezó en un punto
Presunto
Ese punto iba cambiando de sitio
Así nació el espacio
Despacio
Poco a poco el espacio y el tiempo
Se unieron contentos
En un cuento
Si el tiempo avanzaba
El espacio se agrandaba
Y eran felices
Y comían raíces
Así era en su mundo
Cada segundo
El punto seguía su camino
Hacia su destino
Que era otro punto
Difunto
Pero él no lo sabía
Y un día supo que existía
Desde entonces tuvo miedo
Y comenzó el enredo
Porque a cada paso que daba el tiempo
El espacio se acortaba
Y el miedo se acervaba
Y el punto empezó a correr
Así nació la prisa
Deprisa
Tras saber que en cualquier momento
Podría acabar el cuento
Sin lamento
O con él, pero ¿qué importaba eso?
Si no era posible el regreso
No es que quisiera verlo
El lamento no viene a cuento
O sí que quería hacerlo
Quería verlo
No por ser lamentable
Solo por seguir con el tiempo
A cada momento
Se había dado cuenta
De que estaba enamorado del tiempo
Sin él no era nada
Una pizca de energía disuelta, sin cuerpo
Esfumada, silenciada, terminada,
Nada de nada
Y el punto se puso triste
No supo vivir con ello
Y el tiempo se enfadó mucho
Y las prisas y la tristeza se unieron
Así nació la amargura
Del miedo a perder la ternura
A que todo llegue a su fin
El punto llego hasta allí
Se encontró con otro punto
Muy grande, enorme
Deforme
Negro, dorado, amarillo,
Con brillo, mucho brillo
Y lo que encontró allí no lo cuento
Nadie lo creería
Sólo os digo que el punto
Se arrepentía
De no haber amado más al tiempo
De no ir más lento
De no ser feliz en el cuento
De la vida
En esa línea trazada al viento
Aunque en cualquier momento
Se acabe el cuento