Tengo un sueño.
Estoy aquí, en el peldaño de abajo,
Pero tengo un sueño, en lo alto,
Al final de la escalera, busco un atajo
Para subir ahí arriba, de un salto.
Y es que tengo un sueño.
En una burbuja, idealizado, intocable,
Y desde este sótano en que me encuentro,
Tenebroso, oscuro y confortable,
El tiempo pasa, y no veo el momento.
Pero tengo un sueño ahí arriba.
Tengo que subir, y no lo alcanzo,
Por más que doy saltos
Pero es que tengo una escalera a mi lado
Así que déjate de llantos.
Que tienes un sueño, joder.
Prueba a mover esas piernas, esos pies,
Si no sabes cómo, lee a Cortázar,
Primero el derecho, luego el izquierdo, ¿lo ves?
No es tan difícil, ¿ves cómo avanzas?
Persigue ese puto sueño.
No dejes que te frenen tus circunstancias
No dejes que la luz te ciegue
Porque es tu ascenso, lleno de fragancias
Lo que conseguirá que despegues.
Tienes un sueño… no lo pierdas de vista.
Pon todo tu empeño en conseguirlo
Sube cada escalón, sin miedo
Mente, alma y cuerpo, al unísono
No dudes, deshaz el enredo.
Alguien me dijo un día que tuvo un sueño.
Al final de una escalera.
Y consiguió alcanzarlo porque no tuvo miedo.
Porque no pensó en imposibles.
Porque aprendió a ponerle empeño.
Porque cada noche lo hacía factible.
Soñó tantas veces lo mismo,
Que cuando estaba despierta,
Daba igual que estuviera en un abismo
Su meta estaba cubierta.
Su sueño estaba en lo alto, al final de una escalera
Aprendió a subir escalones, por encima de las piedras,
A cruzar ríos y puentes, a navegar con galeras,
Cruzo mares y tierras, y escribió varios poemas.
Sin perder de vista su sueño, por muy alto que estuviera
Sí, puso todo su empeño, su sello, su llanto, su canto, su encanto,
Todo su ser en ello.
Y cuando llego a tocarlo, se rompió la burbuja,
Salieron como balas rayos de luces de muchos colores,
Todo era mágico, como cosa de brujas,
Pero la maga fue ella, que transformó los errores,
En deseos y acciones, para subir escalones,
Para llegar a lo alto, porque era su sueño, cojones.
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