miércoles, 28 de diciembre de 2016

CONTRA LOS LOBOS Alberto Torres Blandina

revolución
Las cosas no son siempre como parecen. O no queremos mirarlas. O las vemos como nos conviene ¿tú que hubieras hecho?

¿Estamos ciegos o qué? ¿Es que no ves lo que le está haciendo? ¡Haz algo coño!

Nadie hacía nada. Solo mirar. Mirar cómo les pasa todo a los demás. Algunos de lejos. Otros de oídas. Otros por la tele. Otros ni siquiera así. Ni de cerca, ni de lejos. No miran. No escuchan. 

A ellos no les parecía bien y se revelaron. ¿Qué hay de malo en eso? Por lo menos alguien hace algo. Parece que tengamos que criticarlo todo. Nada nos parece bien.

Estamos adiestrados. Recuerdo las jaulas donde nos enseñaban a respetar las normas. Luego nos dejaron libres. Ya se encargaron de tenernos rodeados de señales para que no creyéramos que podíamos hacer lo que nos diera la gana.

Me dijo que hasta los libros eran sospechosos y que las ideas que se plasmaban allí no pretendían otra cosa que lavarnos el cerebro. Lobotomías sutiles, pensé yo.

Me sacó el tema de Hobbes. Yo no creo que seamos malos por naturaleza. Eso de que el hombre es un lobo para el hombre lo estuvimos discutiendo. Acabamos enfadados.

Da igual el tema. Siempre buscamos excusas para el enfrentamiento. Aunque hablemos de amor. Igual sería mejor que llegara el Ragnarök y el mundo se reseteara. Empezar de nuevo.

Eso, o mientras tanto, coger al destino por las pelotas.

volición
Te creíste poderoso. Capaz de cambiar el mundo. Pero estabas solo. Decidiste marcharte. Solo. Buscaste ese refugio escondido en el bosque. Te adentraste allí para no salir jamás. Ahora tuviste que hacerlo. El dolor. No puedes soportarlo. Hace muchos años que no vienes por aquí. Eres un extraño. Tus ropas están sucias. Un policía te ve. Te pide la documentación. No tienes. La dejaste atrás, con tu pasado. Te pregunta tu nombre. No contestas. Te lleva a comisaria. Serás interrogado hasta que logres despistarlos con tus poderes y escapes de allí. Para volver a tu hogar en el bosque, donde nadie sabe que existes. Donde has conseguido desarrollar tus sentidos, esos que no sirven para nada en el otro mundo, solo aquí. Te están buscando, lo sabes.

evolución
No sé si estoy despierto o soñando. Juraría que las cortinas no estaban corridas. ¿Quién anda ahí? Son esos animales otra vez, detrás de la puerta. No puedo salir de aquí. Estoy atrapado. Pero si estoy soñando… las cortinas. Tengo frío. Mucho frío. Háblame del niño. Vayamos a ese momento, al primer encuentro. Fíjate bien. Me acabo de levantar. Me estoy cepillando los dientes. Me miro en el espejo y ahí está. Apenas lo veo. Me giro inmediatamente y no lo veo. ¿Dónde está? Lo he visto, estoy seguro. Salgo. Voy hacia el salón. Los gatos. No. Era demasiado grande para ser la sombra de los gatos. Vuelvo. Me enjuago la boca. Otra vez. Ahora más rápido que antes. Salgo corriendo. No lo veo. Ese ruido me está volviendo loco. Son los animales. Otra vez. Están ahí.


Esos lobos se están comiendo. No. Si te fijas bien verás que le está dando de comer. Ese lobo viejo no puede masticar bien. Lo está alimentando. Es una teoría. La otra dice que uno se queda quieto mientras el otro hace de las suyas. Pero no está confirmado. Esos lobos quieren decirnos algo...


Todo comienza una noche de luna llena. Unos lobos. Unos aullidos. Salgo fuera. Miro hacia arriba y ya no recuerdo nada más.

Le dijo que tuviera cuidado. Que no era un libro corriente. Que era de esos que te abducen y no se sabe si vuelves en sí.

Yo tuve miedo. Después de oír aquello no me atreví a abrir ni una página.

Alguien la vio leerlo en el maletero de su coche y la fotografío. Colgó esas fotos en las redes sociales. Era una secuencia impactante. Había alguna expresión sobrecogedora. (os he conseguido esas fotos para que lo comprobéis con vuestros propios ojos)




Había unos símbolos que me indicaban el camino. Los fui siguiendo. A veces tuve miedo. Pero no podía dar marcha atrás. Una vez empecé a leer la primera frase, supe que no podría soltarlo de mis manos. Estas cosas me suceden. No con todos los libros, pero algunos tienen ese poder de dejarme los párpados en modo on, es decir, abiertos, vaya, que no hay manera de cerrarlos ni aún queriendo hasta zamparme todo el menú. Cinco platos. De primero un Valknut. Si. Como lo oyes. Te creíste que ya lo habías probado todo. Te equivocaste. Ahora que has saboreado la muerte, el dolor, la injusticia, prepárate para algo más. De segundo un ojo de Horus. Esto sí que no te lo esperabas. Algo de protección no viene nada mal. El tercer plato una cruz. La trinidad, la paz, la unión del cielo y la tierra, del padre, del hijo y del espíritu santo. El cuarto (ya debería estar saciada, pero quiero más) un trisquel, claro, el equilibrio. Cómo vamos a vivir sin equilibrio. En ese camino, buscando la perfección, el equilibrio es lo mas importante. Lo saboreo. Intento masticarlo bien, pero quiero el postre. El quinto elemento, el Shinto, la naturaleza divina, la esencia de todo. El final. Una explosión de placer. Un orgasmo. ¿Quién ha dicho que la literatura no es sexual? 

No sé si esto es una reseña. No trata de ser nada en cuestión. Solo trata de exponer fielmente lo que ocurre cuando lees este libro. Puedes creerlo o no. Si lo lees, puede que lo experimentes tú también. O no. Te genera inquietud, desasosiego. No te lo niego. Yo he sentido hasta asco en algún momento. Repelús. Frío. Y hasta hambre. (son unas cuantas horas de lectura, enganchada al libro, y metida en el maletero del coche, leyendo y gesticulando a la vez, tener hambre va a ser lo normal) Pero también he disfrutado mucho. Ya veo que estás pensando que soy masoca. Mira, piensa lo que te de la gana. No trato de convencerte ¿sabes? Tu te lo pierdes... O no. He intentado que esta "cosa" sea lo más fiel posible al libro. Es decir, sin intentar hacer spoiling. Vaya, sin destriparlo demasiado para que no pierda el efecto sorpresa.


¿Que aún no tienes regalo de Reyes? Pues este es un regalazo. Te lo digo yo. Bueno, yo me lo he comprado, porque paciencia no tengo mucha. Otras cosas tendré, pero paciencia, se la pido a Dios todos los días. Bueno, no es que crea en Dios, es un decir, por lo de la paciencia, digo. Que me estoy desviando del tema. Si te apetece algo diferente, impactante y bien escrito, ahí lo tienes. CONTRA LOS LOBOS. 

Y ahora en serio, también.

A disfrutarlo.









2 comentarios:

Gracias.